Me quedé esperando y se hizo de noche. Tuve miedo de alejarme por si se arrepentía y daba la vuelta. Por la mañana tenía los pies morados y la cara hinchada de tanto llorar. La había vuelto a cagar. Pero eso había ocurrido siempre y seguiría ocurriendo. Nunca aprendí las lecciones.
Me quedé esperando sin saber si esperar. Se me nubló la vista y perdí la consciencia. Luego desperté. Ya nunca fui la misma persona.“
Me quedé esperando sin saber si esperar. Se me nubló la vista y perdí la consciencia. Luego desperté. Ya nunca fui la misma persona.“
¿Qué puede truncar la vida de una chica aparentemente feliz, a la que no parece que le pueda faltar de nada? Alicia no siempre se supo alimentar de los frutos del bosque. No siempre hay que abrir mil puertas para encontrar el camino que tenga sentido.
ResponderEliminarEscribes genial, me encanta, tan sugerente, tantas imágenes, tan conectada contigo, que nos haces reconocernos en cada mnicrohistoria; en algún lugar, como esos en los que te ocurren estas cosas, también nos suceden/han sucedido alguna vez, y tú elevas esos lugares y esos sentimientos. GRACIAS
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