"Gritaba y rogaba que no la separaran de él. Era el día de los enamorados y no era casualidad que él se llamase Valentín. Lloraba e imploraba. Juraba que no era un capricho, que le quería muchísimo. Sufría. Entonces la pusieron a prueba:
-Si te quedas con él no te traeremos al que siempre estuviste esperando. Tendrás que renunciar.-
No lo dudó un segundo. Ella siempre había vivido tan apasionadamente el presente...
-¿Perro o ratón?-
Eligió ratón. Se cerró el trato.
Le construyó una jaula con cajas de cartón. Cupido se la había jugado."
(A mi pequeña amiga Candela que compra ratones sin permiso)
domingo, 14 de febrero de 2010
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