“Le habían dicho que se podían tener relaciones sin estar enamorada.
Discrepaba. Les decía: “Miénteme y dime que me amas si quieres pasar un buen rato¨.
Y después afirmaba: “Si me mientes, te mato”. Y añadía: “Me aburre tanto la falta de amor…”. Así era Alicia cuando nadie la intoxicaba con setas a escondidas. Alicia se enfadaba porque siempre había algún idiota que conseguía llevarla al aburrimiento más espantoso. Y por eso Alicia miraba por la ventaba y pensaba en saltar. Por llamar la atención. Entonces entró el conejo crispado otra vez con los ojos en órbitas y ella se dejó engatusar. A estas alturas todo el mundo entiende que Alicia era una adicta a las drogas. Entonces se olvidó del amor y del romanticismo y siguió al conejo.”
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